Proyecto desarrollado en colaboración con Pablo Jorreto Díaz y Carlos González Gontán
>La iniciativa se basa en crear un entorno de acogida para personas sin hogar basada en la construcción de 20 unidades habitacionales mínimas de 7 metros cuadrados cuyo número pueda ser ampliado en el caso de necesidad en una supuesta segunda fase.
A esta premisa se suman otros equipamientos de apoyo que permitan cubrir las necesidades básicas de los ocupantes.
Nos encontramos ante una parcela de 1500 m2 distribuidos en un rectángulo de 50×30 m y con un total desconocimiento del contexto en la que se sitúa, excepto que linda con zona verde hacia las orientaciones Norte y Oeste y con vial urbano hacia Este y Oeste. A partir de aquí, y con las indicaciones recogidas tanto en las bases con en la reunión informativa se toman las siguientes decisiones de actuación:
1_Se crea un eje imaginario que partiendo la parcela en dos triángulos separa las zonas que lindan con viario público de las que lo hacen con zona verde, con el objetivo establecer una primera diferenciación que separa dichas áreas por niveles de ruido y privacidad, destinando las zonas de descanso hacia la parte a priori más tranquila y privada (zona verde) y las de acceso público hacia la más ruidosa y accesible (viales y aceras).
2_Pensando en la eficiencia y las futuras estrategias de asociación de los módulos habitacionales se eligen unas proporciones de trabajo de 3×2,35m alcanzando así la superficie máxima requerida de 7m2 por habitáculo. Estas medidas nos ayudan a establecer una retícula sobre la que organizar los distintos usos. Estableciendo una distancia entre ejes de 2,6 metros entre paredes y 1,5 de anchura mínima de paso entre las diferentes hiladas.
3_Para un mejor aprovechamiento del conjunto se opta por rotar las piezas en relación a la diagonal a la que nos referíamos anteriormente, confiriéndole a lo que empezó siendo un eje imaginario las propiedades de «boulevard» central del proyecto.
4_Para conseguir la privacidad demandada por sus próximos usuarios se establece una movimiento entre los volúmenes que nos permite posicionar los ingresos a cada vivienda de una forma más aleatoria, escondiendo unas entradas de las otras y ganando en intimidad.
Esta medida de solape se establece a través de un desfase de 1 metro en ambas direcciones del lado largo de cada módulo. sabiendo que la medida de ese largo es de 3 metros, se consiguen 3 posiciones diferentes en cada una de las calles.
5_Estos quiebros favorecen la formación de pequeñas plazas y zonas verdes entre los distintos módulos, cuyo sistema de asociación permite a su vez la unión de dos o varios módulos individuales según convenga. En esta propuesta inicial la configuración adoptada es esta: 20 módulos, de los cuales 5 son dobles, dejando celdas vacias que podrían rellenarse hasta llegar a los 31. Incluso pudiéndo ampliar la malla a otras zonas
6_Ante la posible reticiencia de los residentes a que se instale una infrastructura de estas características en su barrio se adopta un nuevo enfoque: ceder parte de la parcela al uso de la comunidad a modo de paque y/o plaza de libre acceso. Rechazando cualquier tipo de actuación que establezca barreras físicas o fomente la creación de «guetos».
En esta zona más próxima a los viales se posicionan los siguientes usos:
_Pabellón de servicios (Despacho asistente social, Duchas y vestuarios, lavandería / ropería y cuarto de instalaciones)
_Bar del pueblo (Comedor social, bar-cafetería, cocina, Terraza exterior)
_Vivienda unifamiliar cuidadores.