Proyecto de adaptación de un dormitorio individual a otro para dos personas, donde se conjuga mobiliario, iluminación y pintura.
El armario empotrado existente se modifica y amplía hasta donde el falso techo empieza a descender, para aumentar su capacidad formando una “L”. Las puertas pasan a ser correderas y se alternan los paneles opacos con espejos para posibilitar distintas posiciones y favorecer el cambio.
A continuación del armario aparece una encimera curvada, con el fin de igualar el espesor del armario con el de la pared a la que acomete. Un pequeño rebaje en la zona pegada a la pared se aprovecha para integrar una tira de Led camuflada bajo una placa de metacrilato, con la intención de bañar de luz indirecta el lienzo vertical situado tras el televisor.
Siguiendo el perímetro que forman las paredes de la habitación se suceden las piezas restantes. Una estantería a la misma altura que el mesado, las mesillas sobre las que descuelgan dos bombillas unidas por un cable en catenaria y el cabecero de una cama cuya orientación se cambia con respecto a su posición original en pos de una mejor organización del espacio.
Ante los desiguales tonos oscuros de los paramentos de madera existente se decide optar por un acabado lacado en blanco para todo el mobiliario y cambiar el verde de las paredes por un tono gris arena más acorde con el conjunto.
