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ARTÍCULO | Rehabilitación Castromao

Feb 4, 2021 | Artículos, Lab

Artículo:“Los vecinos decían: ‘Estades tolos, a casa está en ruinas’; al terminar les encantó”
Autor: Javier Fraiz
Foto: Iñaki Osorio
Link: El Faro de Vigo

Más demanda de rehabilitación en el rural: “Se valora más como opción, aunque la gente se lo piensa antes de lanzarse, por la incertidumbre”

Dice Joan Margarit –premio Cervantes por su poesía y catedrático por la arquitectura– que las dos artes “tienen un punto de confluencia que es su carácter abstracto. La palabra es abstracta. Casi no es nada: un sonido, unas líneas en un papel. El espacio también es abstracto. En principio, no es nada tampoco, pero de pronto ambos se cierran como un buen poema o una catedral”. De la idea a la plasmación arquitectónica hay que transcurrir en ocasiones por un camino parecido al del verso inicial que termina por armar un poema. A partir de una vieja casa familiar, casi en ruinas en el lugar de Castromao, una aldea al norte de la provincia, el estudio de los ourensanos Pablo López y Diego Rodríguez –PLP Atelier– diseñó una vivienda que aúna tradición y modernidad, reivindicando la vida en el rural en una casa funcional y estética que o olvida las raíces. “Aunque va muy ligado a la forma de ser de cada persona, seguro que muchas se adaptarían a la perfección y aún no lo saben. Hoy en día, con una buena conexión a internet se puede teletrabajar desde la casa de un pueblo. Hay quien considera que por el precio de comprar un piso en una ciudad prefiere hacerse una vivienda en el rural”, expresa el arquitecto Pablo López Prol, máster en rehabilitación. Él y su socio Diego Rodríguez Val, arquitecto técnico, comparten lugar y año de nacimiento –Ourense, 1985–, estudio de trabajo desde 2013 y una amistad que se remonta a la niñez en el colegio Maristas. En estos años, han acometido reformas de pisos y viviendas unifamiliares, pero también trabajos de arquitectura efímera y proyectos para con- cursos. En tiempos de pandemia, con las ciudades más expuestas al confinamiento, constatan un aumento de la demanda de la rehabilitación de casas en el rural, “inmuebles antiguos,heredados
de los abuelos o los padres, a los que se quiere dar una reforma. Se valora más como opción, aunque la gente se lo piensa antes de lanzarse, por la incertidumbre”. Dueño y arquitecto participan en esos casos de una idea dialogada, de un proyecto en el que la conexión emocional del particular con el lugar de sus antepasados y su propia infancia pesa mucho en la obra, confirma Pablo. El antes y el después del proyecto de rehabilitación en Castromao muestra el poder transformador y renovador de la arquitectura. En los últimos días, una
publicación en la red social Twitter de un historiador del arte concitó miles de reacciones positivas de internautas que se quedaron cautivados con el resultado de la obra. “A veces no tenemos que irnos muy lejos para ncontrarnos rehabilitaciones con cabeza”, publicó el 1 de febrero @guille_tort, adjuntando fotografías. “Yo no tengo Twitter y, cuando me avisaron de la repercusión, la verdad es que fue una sorpresa. Estamos agradecidos. Esta casa nos está dando bastantes alegrías. Recientemente salió una publicación en una revista de Italia y también está nominada a obra del año en el blog ArchDaily.

“Es una casa moderna en la que mantuvimos elementos de la tradición y el entorno”

Pero el mayor premio es que el cliente esté satisfecho, ese es nuestro máximo objetivo. Para que un proyecto sea bueno, es necesario que los clientes tengan flexibilidad y nos dejen proponer”, subraya Pablo. La historia de la casa de Castromao, que consta de 260 metros cuadrados distribuidos en dos plantas –en la inferior se encontraban las cuadras–, con tres habitaciones, dos baños y un amplio salón en un total de tres volúmenes unidos –se añadió uno a los dos ya existentes en la edificación
original–, se remonta al año 2014, el punto de partida del proyecto con la primera visita de los arquitectos al lugar. Tras un parón ini- cial, la reforma finalizó en 2019 y la vi- vienda está habitada desde principios de 2020. Es una segunda residencia, para fines de semana y vacaciones. La dueña nació en la casa antigua, que estaba formada por una vivienda y dos alpendres. “Ya habían nacido allí sus propios abuelos”. La nostalgia, las ganas de actualizar sus recuerdos, fueron el motor de la rehabilitación.

“Es una casa moderna y diferente en la que mantuvimos elementos de la tradición y del entorno. Por dentro es- taba casi inaccesible, en un avanzado estado de deterioro. Tratamos de preservar la tradición, mantuvimos las carpinterías, que eran azules, usamos cubiertas de pizarra y revestimos de un entramado de madera de castaño tintado donde había ladrillo. La envolvente de piedra está tal cual, aprovechamos el molde sin necesidad de abrir más huecos, adaptando el interior a la vida moderna, implementando iluminación, electrodomésticos o wifi. También instalamos barandillas a petición de los clientes, para mayor seguridad”. Las ventanas y la galería están en el sur, para aprovechar el calor natural, y en la cara norte, que da a una finca, las aberturas son más pequeñas. En los espacios más habitables se intensificó el aislamiento, tanto en la cubierta como en las paredes. Para calefactar el hogar hay una chimenea de leña en la planta baja, en el salón, y otra de biomasa en el piso superior. Dos puntos de calor para que operen de forma individual o simultánea. La cercanía de los vecinos de la aldea durante el proceso de la obra dejó algunas anécdotas que Pablo López recuerda con humor. “El trato siempre fue muy bueno, nos ayudaron mucho, estaban deseando hablar y, como fue en la época anterior a la pandemia, podían relacionarse con normalidad con los obreros. Es gratificante llevar vida al rural”, afirma. “Al principio decían: ‘Estades tolos, non vale a pena rehabilitar, todo está en ruínas’. Veían que se usaban forjados de chapa colaborante o acero y decían: ‘Non pega nada’. Pero al terminar la obra les encantó el resultado”.

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